Artista: Kanye West
Album: Yeezus 7.9/10
La rola: Black Skinhead
Def Jam /Rock-a fella
Kanye necesita sin duda pegar los pies en la tierra, pero al
mismo tiempo es impresionante ver cómo mientras su ego crece, sus producciones también.
Lo cierto es que esta no podría ser la constante toda la vida y con este disco
confirma algo: Kanye parece estar en la etapa final de la creatividad.
Producido por Rick
Rubin, este disco funcionaria bien como un set sin cortes, donde la temática viaja en un extraño exorcismo de fantasmas
internos que se reflejan en las letras que sin duda a primera impresión parecen
predecibles e incluso pedantes, pero algo que nadie puede negar es que están
cargadas de absoluta honestidad.
Aprovechando que el cantante ahora radica en Francia, ha
podido reunir en el estudio a Daft Punk quienes le han entregado dos temas de
electrónica sintética y parisina. On sight
y Black Skinhead son dos tracks que pasan por
una gama se sonidos industriales y electroclasheros.
I am a god, es uno de los puntos más fuertes del disco,
tiene potencial comercial y además es un acierto experimental adecuado para la
radio, donde el minimalismo sirve para hacer
un ambiente sombrío, mientras Kanye va in crescendo conforme se
desarrolle la canción. Mientras que New slaves se asemeja al sonido de Björk.
A partir de Hold my liquor el sonido se vuelve más
denso y curiosamente las letras se
convierten en un himno hedonista a la vida del productor. Lo que aquí ha hecho
Rubin es producir una pieza consistente
llena de energía y que pese a la parquedad de sus producción, es un
trabajo de sonido inmenso, ese que sale de las instalaciones artísticas y llena
estadios.
Sin duda es un disco
que no se acerca a la perfección de My twister dark turns fantasy, por
que el cantante cada vez parece más confiado de su talento, y este disco es una
prueba de ello. Pero nadie sabrá de lo que West es capaz, hasta que regrese a
sus origines, esperemos poder presenciarlo.