Artista: Little Boots
Álbum: Nocturnes 9.0/10
La rola: Motorway
On repeat records
Publicación originalmente en Masturbación Musical.
Publicación originalmente en Masturbación Musical.
Hace ya 4 años que la lista de la BBC of Sound colocaba en primera posición a Victoria Hesketh, mejor conocida como Little Boots, por encima de actos como Lady Gaga, Florence and the Machine y La Roux,
todas mujeres que poco a poco fueron desafiando las barreras del pop,
habían forjado su estilo y lo habían consolidado. En el caso de la
ganadora las cosas fueron diferentes: pasó de ser una sensación en
Youtube a súper estrella del indie, con todo el hype necesario de por medio, sumado a tracks como Stuck on Repeat o Meddle, que auguraban un puesto en las huestes del pop.
Meses más tarde llegaría Hands,
su álbum debut. Pese a contener grandes momentos, parecía que algo se
había perdido en el camino: su personalidad. El resto de la historia
todos la sabemos: las ventas y la crítica no fueron las esperadas y de
no ser por Remedy, tal vez no estaríamos hablando de ella, no con la misma intensidad con la que, Nocturnes, su segundo trabajo (y primero lanzado de manera independiente) ha cautivado nuestros oídos.
Producto de su aventura como DJ (la inspiración perfecta para un disco dance), Heskett
propone una revaloración de la música de las últimas 3 décadas,
mezclando con sonidos futuristas una pista de baile menos hedonista,
pero mucho más intensa, en la que los sonidos se vuelven protagonistas
de historias que entrelazan la vida nocturna.
Con una alineación de productores impecable que incluye a Tim Goldsworthy de DFA, James Ford de Simian Mobile Disco y Andy Butler de Hercules and love Affair, entre otros, Botitas consiguió armar el equipo perfecto para devolverle un poco de vida a la electrónica.
El viaje cósmico inicia con Motorway,
con unos cuantos sintetizadores, bongos y empeño vocal, se logra uno de
los tracks más destacados, y sin duda el indicado para entender este
disco, que va de menos a más sin muchos recursos, aspecto que podría ser
un arma de doble filo, pero que encuentra en melodías bien construidas
el equilibrio ideal.
Así su autora, relata tentaciones de una noche (Confusion), la introspección a la pista de baile (All for you) y el homenaje a la música de los años ochenta (Beat beat), con referencias a su pasado musical, todos acomodados en un set que no pierde el ritmo.
El primer sencillo, Broken Record, se vuelve un homenaje a la Xenomania de los noventa, con coros llenos de nostalgia y diversión; mientras que en Shake,
Victoria nos canta con cierta brevedad, pero frases como “Solo hay una
cosa que debes saber, este lugar está a punto de estallar”, son
imprescindibles.
Sin duda alguna ha creado un universo propio, en Everynight i say a prayer, el homenaje al house de antaño se convierte en uno de los mejores temas de su carrera, mientras que en Crescendo y Stranger, se presentan himnos bailables lejanos al EDM actual.
Uno de los mejores disco del año viene
con una formula asegurada (música y letras adecuadas, vocales puntuales,
producción impecable), sin embargo el público tiene la última palabra.
Así que sin más que decir, y con el perdón de las joyas que se
encuentran en Hands, señoras y señores: ella es Little Boots.
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